por Malambo en Bloxito.Ciencia | 2007-09-27 | 21 Comentarios
Es común que los promotores de artesanías pseudocientíficas aseguren que su técnica sirve en tal o cual enfermedad terminal. El abanico de eficiencias ofrecidas en el mercado de la salud es amplio: los más cautos tienen la tímida seguridad de que si bien sus mañas no curarán al paciente, al menos lo ayudarán con el dolor y con los efectos secundarios de las drogas suministradas por la “
ciencia oficial”; los más temerarios, en cambio,
La acupuntura no reduce las náuseas inducidas por radioterapia, aunque los pacientes crean que sí lo hace.no sienten vergüenza al afirmar que el doliente debería abandonar todo tratamiento racional y consumir solamente la receta que ellos proponen.
La verdad es otra. Pseudociencia por pseudociencia, la investigación científica va cercando el corral de la ignorancia y expone sus límites. Esta vez le tocó a la acupuntura. En un estudio reciente,
Anna Enblom descubrió que esta superchería no reduce las náuseas inducidas por radioterapia, aunque los pacientes sí crean que lo hace.
Según
un artículo aparecido en Scientific Blogging, Enblom evaluó la efectividad de la acupuntura en 215 pacientes con varios tipos de cáncer. En un subgrupo administró acupuntura activa y en otro un falso tratamiento igual al primero en todo sentido, salvo que no respetaba los paradigmas milenarios.
El 70% de los pacientes que fueron tratados con acupuntura tuvieron un promedio de 19 días de náusea, mientras que el 60% de los pacientes que recibieron el tratamiento placebo sufrieron náuseas durante 17 días. El 24% de los pacientes a quienes se les administró acupuntura experimentaron vómitos, mientras que en el otro grupo la cifra ascendió al 28%.
Sin embargo, todos los pacientes coincidieron en la creencia de que el tratamiento había sido efectivo en la reducción de la náusea. Y aunque con estos resultados se ve claramente que la acupuntura no fue efectiva en la reducción de los efectos colaterales de la radioterapia, el 66% de los pacientes del primer grupo y el 71% del segundo dijeron estar altamente interesados en que les apliquen acupuntura si eventualmente necesitaran otra sesión de radioterapia.
Bloxito.Ciencia | Aunque crean que sí, la acupuntura no sirve (2007-09-27 22:36) | 21 Comentarios
Etiquetas:
8
|
De: nfer |
Fecha: 2007-10-03 13:58 |
|
webensis: Creo que no entendí bien lo que dices.
Hace un par de días que vengo pensando este post.
De acupuntura no sé ni conozco a persona alguna que la haya utilizado, ni he leído trabajo alguno, la incluyo en una borrosa lista mental de "medicina alternativa" y recién ahora se me ocurre opinar.
Anónima nos dice:
"Si el tratamiento "alternativo" es perjudicial hay que erradicarlo de la sociedad para que nadie se pueda lucrar a costa de dañar a enfermos en busca de ilusiones."
Ay, Anónima...entiendo y apoyo tu expresión de deseo pero es imposible. Siempre hubo y habrá quien ofrezca soluciones a la medicina porque siempre habrá personas desesperadas que busquen cura para ellos o para los que aman.
Y ¿Quién controlará que las personas que lucran con las ilusiones ajenas (y con los padecimientos ajenos)sean privadas de tal ejercicio?.
Hasta donde sé, es la iglesia la que permite tales sanadores. El hecho que predique que hay sólo un camino y una verdad es compatible con su flexibilidad y tolerancia ante santos no canonizados(que vivieron como personas reales, o son producto de una mezcolanza de mitos, tradiciones y algún nombre real), sanadoras y sanadores que "curan" con la imposición de las manos (sé de una y conozco su historia, pero no la diré por aquí). En estos casos, que en Argentina hay muchos, la iglesia es tolerante y deja que la gente levante desde un oratorio en alguna plaza pública hasta un enorme escenario con una organización digna de (otra) empresa.
Volviendo a las "cositas" que los pacientes recibirían encantados, como dices, webensis, yo he sido paciente y he estado internada y digo: ¡sí! hay cosas,actitudes, gestos, palabras que recibí y recibiría nuevamente y que estoy segura ayudaron a mi sanación.
Claro que antes pasé por el quirófano: las cosas claras.
Pero luego ¿qué mejor que sentir que nos tratan amablemente, que la palabra de aliento, la sonrisa,el gesto de alcanzarnos un vaso de agua cuando no podemos tomarlo todavía?
No es el vaso de agua el que cura, ni el agua: es la demostración de afecto del otro ser humano. Que nos recuerda que estamos vivos y que valemos como humanos para otro ser humano.
Tal vez científicamente ya esté estudiado. Será cuestión de buscar, que algo aparecerá.
Mientras tanto, prefiero (luego de una cirugía bien hecha, o durante un tratamiento correcto)sentir una mano cálida sobre mi hombro, una mano de una persona que no "sana" por mandato de santos, vírgenes o dioses de otro panteón.
Que quede claro, entonces: lejos, lo más lejos posible de mí y de los que amo los que delinquen a costa de las necesidades vitales de los demás.
Bienvenidos, en salud y en enfermedad, todo lo que nos hace la vida más llevadera en nuestras relaciones con los demás. Que cuanto mejor nos entendamos, más fuertes vínculos tengamos, más podremos confiar en que entre todos hallaremos la verdad y no nos dejaremos engañar por espejitos de colores.
|
16
|
De: Anónima |
Fecha: 2007-10-03 17:56 |
|
webensis,
Siento que no nos entendemos, más que nada porque me parece que no entendemos lo mismo por alivio. Igual no está bien usada al palabra. Voy a intentar explicar "el conceto"
Cuando una de mis hijas se pega un buen golpe le duele. Yo, que soy una madre magufa :P, le digo haciéndole un mimo: "cura sana culito de rana, sino sanas hoy sanarás mañana, si no sanas mañana, dentro de una semana" y al final haciendo gesto de cortar el sitio dolorido " y si no se cura, se tira a la basura" por último toca ración de cosquillas.
De tí para mí, el dolor es el mismo, que yo diga eso que que yo le diga "la próxima vez ten más cuidado", versión racional de consuelo de alguno que yo me sé.
Pero el hecho es que la niña deja de llorar si haces lo primero en la mayoría de los casos, incluida rotura de los dos huesos del brazo, y no deja de llorar si haces lo segundo.
¿Qué ha pasado? Pues que se ha distraído de su dolor _que es el mismo_ en los dos casos se ha tranquilizado y ha conseguido controlar su dolor, que sigue ahí.
Pasa lo mismo con las respiraciones en los partos: no tengo yo nada claro que el respirar de una determinada manera disminuya el dolor, aunque está claro que es bueno para la oxigenación tanto de la madre como del bebé. El dolor, objetivamente, no disminuye hasta que te pueden poner la epidural. Pero en mi experiencia las respiraciones te mantienen entretenida y con un sentimiento subjetivo de estar controlando la situación y eso ayuda, y mucho, a pasarlo menos mal.
A eso le estaba llamando yo "alivio", quiere decir que sufres menos subjetivamente, aunque objetivamente te está pasando lo mismo. No hay cura ni cambio en la situación médica objetiva. Las naúseas no disminuyen ni un poquito, pero tu percepción subjetiva del sufrimiento que te causan si. Si te preguntan, como no has estado prestando atención a tu sufrimiento o has creido estar haciendo algo por disminuirlo, dirás que ha disminuido, sin que objetivamente haya sido cierto. Te sentirás "aliviado". Será un autoengaño, claro, pero yo cuando me duela, quiero que me hagan "un cura sana" y no que me digan "ten cuidado". También en el ssistema de salud público. Y conste que no defiendo especialmente la acupuntura. Si cientificamente hay algo mejor, pues chachi, pero si no lo hay, quiero que se apliquen los resultados del estudio y me engañen para sentir que me han aliviado aunque no sean realmente capaces de curar o aplicar cuidados paliativos eficaces. Por el método que sea, pero que me engañen un poquito cuando la realidad, objetivamente, es insoportable.
Espero haberme explicado mejor...
|
19
|
De: nfer |
Fecha: 2007-10-04 21:53 |
|
[Anónima] Mi queja es que se presta poca atención en la sanidad pública (probablemente también en la privada) a los aspectos no estrictamente médicos de la enfermedad pero que también influyen y mucho en la calidad de vida del paciente.
Del resto del mundo, no sé. De Argentina, sé y lo viví desde niña (mi madre trabajó en el hospital del pueblo).
Antes de escribir este comentario he hablado con mi madre, y me ha confirmado lo que guardo en mi memoria: en ese hospital, hace 50 años, las medidas de prevención eran menores: yo era la "mascota" del hospital y circulaba libremente de la Farmacia a la cocina, a la lavandería, a los laboratorios donde intentaba juguetear con los cobayos y los sapos (no, eso no me lo permitían), y terminaba comiendo un sandwich con los camilleros de la morgue.
Podría haber sido vector de cuanto virus hubiera...quizá lo fui.
Pero también recuerdo que, cuando había un parto,todos corrían a esperar (todavía se nacía en las casas: de hecho yo nací en la casa de mis abuelitos) ya que eran partos difíciles los que llegaban al hospital. Si además le sumo que eran los años de la epidemia de poliomielitis, que hacía poco se conocían los efectos de los antibióticos para curar los tuberculosos...bueno esto ya algunas veces lo comenté. Lo que rescato es el calor humano del personal, aunque las salas eran enormes y las camas estuvieran separadas por biombos de tela.
Y ese es el otro punto: que no hace falta que el que está en la cama de junto agonice de la misma enfermedad que tenemos nosotros. Aún en las clínicas privadas (excepto en las privadíiisimas), las habitaciones son para dos pacientes, y quien está junto a nosotros, que podemos estar recuperándonos de una cirugía, puede tener una enfermedad contagiosa ya que está "en observación" y no hay todavía diagnóstico que lo destine a cuidados intermedios, intensivos, cirugía, vaya uno a saber a dónde.
Y ahí es cuando empieza a trabajar nuestro peor enemigo: el miedo.
De que, estando "sanos", nos contagiemos de lo que pudiera tener nuestro circunstancial compañero.
El cual,si está en condiciones, nos dirigirá la palabra, por la misma necesidad de tener un ser humano que haga más llevadera su espera. Pero si no está consciente, somos nosotros los que nos sentimos abandonados, por más que estemos en un ambiente casi estéril, con botones y luces a nuestro alrededor que nos permitirían pedir auxilio de ser necesario o conectar un equipo de emergencia cuando no hay tiempo de llevarnos a cuidados intensivos.
Pero botones, alarmas o perillas que hagan aparecer un ser humano, no he visto.
Sí he visto y se está difundiendo con mucho éxito (léase: con gran despliegue de calor humano hacia los pacientes) en un hospital de esta ciudad, la actividad de un grupo de personas que visitan a los pacientes, los oyen hablar, si pueden hablar, los distraen con juegos, si son niños, los acompañan en silencio o les relatan historias si están incapacitados de expresarse: ese tipo de terapia merece todo mi respeto y por lo que me arroja una búsqueda rápida, no soy la única:
http://www.patchadams.org/
|