por Malambo en Bloxito.No leer | 2007-05-10 | 3 Comentarios
Estaba increíblemente hermosa, la luz se reflejaba entre castaña y roja en su pelo suelto y un dejo en su mirada certera permitía adivinar que alguna vez había sonreído. Pelaba alguna hortaliza sobre la bacha de la cocina mientras cantaba una melodía secreta. Quise robarle ese fragmento de intimidad, me acerqué furtivo hasta sentir el calor de sus mejillas, pero entonces el silencio inmutable quebró su voz para siempre. Hice estallar su burbuja, pisoteé su aislamiento, desgarré la dulce soledad. Fui cruel.
Me rebajé, pedí, supliqué un fragmento de esa canción desconocida pero sus labios negaron, su cabeza negó, todo su cuerpo resistió. Dudé de que en realidad hubiese cantado y así, la bella mujer ganó la partida.
Días después lo supe. Yo, que siempre sostuve que la comunicación por sí misma no crea vínculos reales, me sentí robado. Antes de mí, en un lugar del mundo que tal vez no exista, otros se enteraron de cual era la melodía que yo siquiera tuve la capacidad de sospechar, incluso habiendo sentido el calor de su piel. No es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
Bloxito.No leer | La globalización me refutó (2007-05-10 18:35) | 3 Comentarios
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