Creo que si alguien fuera por ahí emulando a Jesus, no acabaría en la silla eléctrica sino sedado en un manicomio el resto de sus días.

La reflexión no es menor...y aunque cueste creerlo, no me había puesto a pensarlo hasta que un amigo hace poco me dijo: "yo jamás pertenecería a una religión cuyo símbolo máximo es un elemento de tortura..."
La frase me hizo estremecer. Y sin dudas, yo tampoco podría pertenecer a ella, aunque no sólo por ese motivo.

Estefanía, más allá de los cuentos sobrenaturales que le asignan, me parece que hay muchas personas que realizan hoy labores de mayor envergadura humanitaria que Jesús, incluso de forma desinteresada.

Nat, uno de los motivos por el que edité la cita fue ese, desde que leí "Dios y la nueva física" de Paul Davies, me quedó esa sensación rara de la manía católica por resaltar íconos de muerte violenta. El otro motivo fue porque me hizo gracia. (Una alegría enorme que pases por Bloxito)