por Malambo en Bloxito.Reflexiones | 2005-12-23 | 4 Comentarios
Siempre fui un negado para encontrar metáforas. No me refiero a abrir un libro y darme cuenta donde hay una, eso es fácil, una metáfora es una comparación que le falta la palabra 'como'. Lo que quiero decir es que no soy especialmente dado a encontrar similitudes poéticas entre las cosas, y como el asunto me preocupa un poco escribí la siguiente teoría:
Las metáforas son intersecciones de propiedades entre dos objetos. Desde alguna perspectiva, dos objetos (e.g. el camino y la vida) comparten ciertas propiedades (sucesión de eventos, ir "hacia adelante", cosas conocidas en el pasado y desconocidas en el futuro, baches-dificultades, piedras-obstáculos, cruces con otros caminos-vidas, etc.). Si nos mantenemos dentro de ese contexto, dentro de esa perspectiva, ambos objetos son idénticos, intercambiables. Para lograr una buena metáfora, entonces, es esencial definir un contexto adecuado que obligue al lector a esa interpretación y no a otra.
Una idea pariente es la de un
texto metafórico. Por ejemplo, imaginemos un poema que se llame
"El Circo", pero que en realidad se refiera a la vida. Se describe, sin nombrarlo, al circo, pero sólo por aquellas propiedades que según el contexto se asemejen a la vida. Entonces quizá logremos una doble ocultación. Por un lado, al no nombrarlo directamente, el lector debe descubrir que se trata de un circo. Pero en una lectura posterior, al ver que las propiedades seleccionadas son también las de la vida, entonces descubrirá que en realidad se estaba hablando de la vida y no del circo.
Ahora, si me preguntan qué se gana con ocultar lo que se quiere decir, para qué decirlo de forma indirecta si se lo puede hacer de forma inmediata, debo confesar que no tengo idea. Hay varias conjeturas plausibles, pero la frase más adecuada me parece que es una de Paul Dirac:
En ciencia uno intenta hablarle a la gente de forma que todos puedan entender algo que nadie conocía antes. Pero en la poesía ocurre exactamente lo contrario.
Pero con teoría o no, sigo en mis trece. Si no, mira como quedo el ejercicio bastante típico de servirse de un libro para obtener sustantivos al azar y transformarlos en comparaciones:
- Viaje
- Vida
- Selva
- Camino
- Recuerdo
Que produjeron las siguientes comparaciones:
- Ese viaje es como un horno de paisajes.
- Esa vida es como una hojita de álamo.
- Esa selva es como una tortilla de acelga (y estamos sentados a la mesa).
- Ese camino es como un río de agua fresca.
- Ese recuerdo es como una gota de limón.
- (El celeste se convirtió en sudor gris y la tierra lo transformó en verde)
Y en sintonía con lo que bauticé
texto metafórico o de doble lectura:
Tu horizonte estéril
pare una Tierra silenciosa.
Con la soledad de los eternos
imprimo mi huella secreta
en tu suelo vacío, poblado
de cráteres blancos
y de una mano imprevista
que acaricia mi hombro.
Espero que mi sesuda intervención en la literatura sirva por lo menos de venganza. Es que hay tanto crítico literario metido a filósofo negador de la realidad y "cientistas" interpretando la sociedad como textos, que despedazar la literatura me suena a dulce revancha.
Actualización 2005-12-23
Buena metáfora, lo que quiere decir buena metáfora,
esta.
Bloxito.Reflexiones | Intersecciones metafóricas (2005-12-23 00:48) | 4 Comentarios
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